Metallica. Considerada por muchos una de las mejores bandas
de Heavy Metal del mundo. ¿Heavy Metal? Bueno, si algo destaca en la
trayectoria de estos cuatro músicos es precisamente la indeterminación de
estilo que tiene su música. Una indeterminación que, a parte de un gran número
de álbumes y trabajos, les ha causado también un número considerable de polémicas.
Metallica es una banda con una carrera y evolución bastante compleja, pasando
por una etapa distinta tras otra, con cambios radicales de imagen, integrantes
y en definitiva de estilo, en general. Unos cambios que les ha llevado a
adquirir con el paso del tiempo un denso numero de fanaticada pero que también
les ha propiciado una reputación de "vendidos" o "traidores"
entre sus seguidores más fieles y antiguos que vieron a esta banda nacer y que
posiblemente aun quede alguno que este dispuesto a verla morir. Les invito a
analizar un poco de forma general esta extensa y alborotada trayectoria álbum a
álbum, desde el Kill em all de 1982 hasta la fecha, y a sacar algunas
conclusiones sobre esta mítica banda.
Los orígenes de Metallica se remontan alrededor del año 83, cuando Lars Ulrich, batería de la
banda, conoció a James Heitfield, cantante y guitarrista de la misma, y
empezaron un proyecto llamado Metallica, al cual se unirían después el bajista
Cliff Burton y el actual líder de la banda Megadeth, Dave Mustaine, quien
después por su agresivo comportamiento sería expulsado y reemplazado por el
actual guitarrista de Metallica, Kirk Hammet. Pero no entremos en textos
biográficos. Vamos a lo que realmente nos cierne. En ese mismo año saca su
primer álbum “Kill em` all”, que recoge temas míticos de la banda como
“Whiplash” , el solo de bajo de Cliff “Anesthesia” y la canción estrella del
disco, “Seek and destroy”, y que ofrece tanto en estos como en prácticamente todos
los temas del mismo CD un estilo muy acercado al speed/trash metal, con unos riff
llenos de rápidos y repetitivos punteos, letras cortas, estribillos sencillos y atronadores a la par que rapidísimos solos
de guitarra con un sonido muy metálico (valga la magnifica redundancia). Con
este primer disco Metallica empezaba a hacerse un nombre y a definir un estilo.
Estilo que pocos esperaban que fuera a cambiar de una forma tan radical a lo
largo de los años.
Al año de aquello, en
el 84, Metallica saco al mercado su segundo CD “Ride the lightning”, y con el
algunos pequeños aspectos diferentes con respecto al primer álbum, aunque sin
llegar aun al estado de “alarma”, por así decirlo. El más fácil de reconocer a
primera vista quizá sea el tema “Fade to black” por la sencilla razón que es el
primer tema que se pueda considerar balada de Metallica. Una balada que,
comparada con otras que compondrían más adelante, es bastante dura, pero que
comparadas con las canciones que por el momento añadían a su repertorio, era el
primer indicio de balada pobre en sonidos fuertes y en rapidez en los ritmos.
Lo que me lleva al segundo y probablemente último aspecto de diferencia entre
Ride y Kill, la no tan abundante rapidez y repetición de los ritmos. Una
rapidez que, a pesar de escasear un poco más que en el anterior álbum
(exceptuando un par de canciones como “Creeping Death”, “Fight fire with fire”
o “Trapped under Ice” en las que a mi parecer los riffs y ritmos
mayoritariamente parecidos a riffs y ritmos estilo speed metal parecen estar
aun presentes), esto no impide que este álbum gane en fuerza y dureza en el
sonido. De hecho me atrevería a decir que aunque más lentas, las canciones de Ride the lightning poseen un grado de
poderío, contundencia y dureza mayor incluso que en su primer trabajo, con
claros ejemplos de este aspecto en las canciones “For whom the bell tolls”, la
instrumental (primera en la discografía de Metallica sin contar el solo de
Cliff en Kill) “Call of Ktulu”, o la canción que da nombre al álbum “Ride the
lightning”. Aun con estas diminutas diferencias, este segundo trabajo sigue
presentando solos metálicos y atronadores de guitarra y por lo general sigue
mayoritariamente fiel al estilo adquirido por Metallica en su primer álbum.
Pasado este segundo trabajo, incidamos en el año 86. Año en
el cual cambiaria de forma radical la carrera de los miembros de Metallica.
Para bien, y para mal. En este año se publica el tercer álbum de estudio de la
banda, del cual en aquella época no era de locos decir que era el mejor álbum que
había realizado la banda hasta el momento, como inclusive hoy en día tampoco
quedaría muy desencaminada de la verdad esa afirmación. Hablo, como no, de
“Master of puppets”, ofreciéndose en él una perfecta mezcla o fusión de los dos
principales estilos de sendos álbumes predecesores, Kill y Ride, logrando
encontrar un equilibrio casi perfecto entre ritmos rápidos y repetitivos a lo
Kill con pausas y sonidos fuertes, lentos pero duros y atronadores estilo Ride. La fusión entre estos dos
aspectos se ve bajo mi punto de vista bastante clara en temas como el que da
nombre al disco “Master of puppets”, o “Battery”. También podría añadirse como
nueva característica un aspecto tirando a decadente o más oscuro de lo normal,
aspecto que se vería luego mucho mas reforzado en su siguiente disco, como el
que en mi opinión ofrecen “Welcome Home (Sanitarium)”, “The thing that should
not be” o la segunda canción instrumental, que no mucho mas tarde y tristemente
significaría más que una mera canción más para la banda, “Orion”. Tristemente
porque esa fue la canción que pudo sonar en el funeral que tuvo lugar como
consecuencia del fatídico accidente de autobús que sufrió el grupo en Europa y
que se llevo la vida del bajista, Cliff Burton. Estos dos sucesos cambiaron,
como he dicho antes, el resto de la trayectoria de esta banda.
Tras meditarlo, decidieron continuar con el grupo a pesar
del desafortunado suceso vivido y buscaron bajista hasta encontrar a Jason
Newsted. Dos años más tarde publicaron, en 1988, su siguiente álbum “…and
justice for all” el cual intenta continuar con esa fusión entre dureza y
rapidez ya encontrada en Master y además añadirle esos toques oscuros y graves
que ya habían incorporado en algunos momentos del álbum anterior. Otras de las
posibles novedades que podemos encontrar en este nuevo álbum con respecto a los
pasados es la introducción de partes más
melódicas en canciones como la que da nombre a este disco, la tercera instrumental
en memoria del ya fallecido ex –bajista (Que básicamente cuenta con riffs
compuestos anteriormente por el mismo) “To live is to die” o la canción estrella para muchos “One”. Y precisamente
con esta canción llega el hecho que de una manera más va cambiando tanto a
Metallica como a su fama entre la gente, Metallica graba su primer videoclip.
Este videoclip supone un comienzo de incremento de fama alrededor de todo el
mundo de la banda, y el hecho de que el videoclip fuera de la canción “One”
canción que empieza de una forma muy lenta y muy parecida a una balada, que
quizás pudiera atraer una fanaticada más diversa, y termina similarizandose a
sus anteriores canciones, de una forma rápida, dura y potente, con uno de los
solos de guitarra, me atrevería a decir, más espectaculares de toda su discografía,
podría suponer el inicio de un Metallica que guste a un público mucho más
extenso pero que no termine aun de defraudar a sus seguidores de toda la vida.
Un Metallica como este, que, sin ellos saberlo todavía, llegaría a impresionar
y recoger un numero de fans de variados estilos tan inmenso que les colocaría
en la cima del mundo y en el momento más grande de su carrera por el
momento, tres años más tarde, con la publicación
del disco de Metallica que mas copias ha vendido hasta la fecha, un disco
titulado (no con mucha originalidad si se me permite añadir) “Metallica”, pero
que principalmente por el color predominante, casi monocromo de su portada, se
conocería entre esa extensa fanaticada como “The Black Album” (El álbum negro).
Sin duda alguna, este black álbum es posiblemente el mejor álbum
de Metallica, siendo el más vendido de toda su carrera y plagado de los temas más
conocidos en todo el mundo del grupo. Pero al margen de todo eso, un disco que
aunque tal vez sea difícil de ver, contiene un gran cambio estructural en su
estilo. Este disco significo la cima para Metallica. La consecución uno tras
otro de autenticas obras de arte musicales que cada vez gustaban mas y mas a
todo el mundo, de la talla de “Enter sandman” y “Wherever I may roam” unida con
el completo cambio que experimentan estos, siguiendo siendo temas referentes y
duros, pero con una potencia y una rapidez mucho menor que en sus anteriores
trabajos, provocaron la fórmula perfecta para ganar nuevos seguidores más dados
a música no tan dura sin perder (en cierta medida) seguidores antiguos. Se podría
decir que consiguieron un disco perfecto tanto para nuevos como para antiguos
adeptos. Pero sin duda el aspecto que a la vez más nuevos fans genero y mas
impulso el brutal cambio que luego sufrirían es la introducción de dos de sus
baladas más significativas como son “The Unforgiven” y “Nothing else matters”.
Por primera vez, Metallica tocaba baladas que empezaban y terminaban de una
manera suave, sin pasar en mitad de la canción por repentinos cambios que
desembocaran en solos rompedores como los de sus primeros álbumes. Por primera
vez, Metallica buscaba con sus temas introducir en el corazón de las personas algo
que no fuera adrenalina. Con este álbum y con este por ahora pequeño o mejor
dicho, poco perceptible cambio de aires, Metallica había pasado de ser un
gigante entre el Metal a ser un gigante entre todo tipo de músicas.
Pero siempre el disco perfecto tiene una desventaja, el
intento de superación. Y la fama tampoco se libraría de un precio que pagar, el
mantenimiento de la misma. Una superación de calidad y un mantenimiento de fama
que intentaron provocando muchos cambios en sus siguientes discos, cambios que
ya no se camuflaban con la calidad y el buen aceptar que tenían como paso con
el black.
Entrando en el tema fama, Metallica cambio completamente de
aspecto al recibir ofertas de contratos de empresas que, al ver que con el
black álbum Metallica había demostrado ser una aprovechable fuente de ingresos,
recurrieron a ellos lavándoles de una fatídica manera la imagen, llegando
incluso a limites tan extremos como obligar a los integrantes de la banda a
dejarse el pelo corto y decir adiós a las melenas que un símbolo tan potente
significaban para el Rock en aquella época. Y obviamente, cambios como esos
repercutieron también en su música, creando en especial dos discos en los que
intentan hacer de sus temas un poco más “Psicodélicos” por así decirlo, con
efectos de sonido rozando lo místico o lo extraño y videoclips más extraños y
místicos aún. Me refiero a la salida en 1996 y 97 de los discos Load y ReLoad.
A parte de haberlos sacado los dos discos muy parejos y con una sensación de
prisa excesiva, siendo que varios temas que aparecen en ReLoad fueron
originalmente sacados para Load, (dato que incitaba a pensar que solo lo hacían
para vender). Y en cuestión de sonido, apostarían por un estilo que presenta
algunas similitudes con los temas del
Black Album pero careciendo de esa originalidad esas letras y esos riffs característicos
y que tanta fama daron a ese disco. Aunque bien es verdad que aun no habían tocado
fondo, puesto que estos dos discos desde mi punto de vista no son tan malos
como diferentes, y de los que se podrían destacar temas como “King Nothing”
(Aunque con un principio muy repetitivo y cansado que mejora con la llegada del
riff principal), “Until it sleeps” en Load o “Fuel”, “The Unforgiven II” (Donde
la casi completa copia del tema principal con ese tipo de riffs y letras nos da
otra evidencia de la falta de ideas que tuvieron con este disco)y “The Memory
Remains” por parte de ReLoad. Pero, siendo Metallica y visto lo que pueden
llegar a hacer, estos dos discos fueron un varapalo bastante importante.
Varapalo que no hizo sino desmoronar al grupo. Dudosos en
sus composiciones y recurriendo a álbumes en directo como “S&M” o discos de
versiones como “Garage Inc.” para no quedarse estancados sin ningún trabajo
nuevo, el grupo sufrió un gran problema cuando volvían a quedarse sin su
bajista Jason Newsted por decisión propia de abandonar la banda. Confusos y
cada vez más sumergidos en un círculo de cambios de los que esperaban sacar
algo en claro, iniciaron la grabación de un nuevo disco aun sin bajista fijo y
con muchas dudas.
Y con esas dudas sacaron en el 99 el que para mí es un disco
normal, ni bueno ni malo, pero que tratándose de Metallica, es uno de los mayores
fracasos de su carrera, “St.Anger”. Un disco en el que en mi opinión se refleja
muy bien la falta de ideas, con la excesiva repetición y la ausencia absoluta
de sus antes característicos solos de guitarra son los aspectos más
decepcionantes del trabajo. Ni que decir tiene que es el disco menos vendido de
Metallica hasta la fecha y la llegada (por el bien del grupo, espero que
definitiva) a lo más bajo que han caído. Entre otros pobres aspectos del disco,
destaca el para mí al menos desagradable sonido que proporciona la caja de la batería
de Lars, la cual fue trucada para que sonara de una forma excesivamente metálica
en la grabación del disco.
Una vez incorporaron a la banda a Robert Trujillo como nuevo
bajista, decidieron al ver el bajo índice de ventas y de fanaticada obtenido en
comparación con sus buenos años, poner fin a eso. Unos Metallica más maduros
cambiaron el “hacer lo que a la gente le gusta” por “hacer lo que a nosotros
nos gusta”. Formaron su propia discografía para no tener que atarse a ningún
cambio obligado y se pusieron en marcha para grabar el álbum el cual saldría a
la venta en 2008 llamado “Death Magnetic”, el último álbum hasta la fecha.
Vale que no está a la altura de sus mejores trabajos, eso es
evidente, pero este álbum retrata la intención de volver a hacer algo del
estilo que los fans amaban tiempo atrás. La vuelta de solos muy atronadores y
rápidos de guitarra y de estructuras variadas y originales en las canciones
unido a una madurez palpable de estos músicos ya convertidos en veteranos del metal
hacen al menos a un servidor volver a ver un halo de esperanza en que vuelvan
las canciones puro estilo Metal. En este nuevo álbum volvían a aparecer
aspectos como los extremadamente rápidos ritmos de batería, como el de “That
was just your life”, los antes mencionados rápidos solos de guitarra como el de
“My apocalypse”, las baladas con final atronador como “The day that never comes”,
las canciones instrumentales como “Suicide & redeption” o la fuerza en los
golpes de “Cyanide”. En definitiva, con “Death Magnetic” Metallica en mi opinión
ha hecho un llamamiento a todos los decepcionados fans para darles un mensaje
de que están trabajando para devolver a su música esos peculiares aspectos que
tanto les caracterizaban en el pasado.
¿Qué que nos deparara el futuro de Metallica? Es muy difícil
saberlo, de momento entre colaboración y colaboración y LP y LP, parece que
apuestan por traer de vuelta en la medida de lo posible en estos tiempos el
Metallica triunfador. Y aunque bien es verdad que la edad ya les va pasando
factura, me apostaría lo que fuera a que seguro nos volverán algún día a
sorprender con un nuevo trabajo, porque ya se sabe que ni el tiempo, ni las
criticas, ni las malas decisiones ni los cambios ni las adversidades pueden
parar a la para muchos mejor banda del mundo.